La
visión corporativa, la imagen y la cultura de marca son unos grandes contribuidores
a la hora de crear nuestra marca corporativa. Todo el entorno que nos rodea y cómo
trabajemos influirá de manera positiva o negativa en la creación de la imagen
de marca que nos llevará a posicionarnos en el mercado y en la mente de los
consumidores de una forma determinada.
Para
entender la marca corporativa como un concepto sencillo podríamos asemejarlo a
un sello de calidad.
Un sello de calidad indica el “grado de satisfacción” que
el consumidor adquirirá por la compra del producto. Va más allá de incluso el
verdadero producto en sí para adentrarse en el subconsciente de los
consumidores. Hace referencia de algún modo a la personalidad del producto, que
vendrá relacionada con la identidad del mismo y conseguirá influir de tal
manera en los consumidores que predisponga de antemano un valor de producto que
aunque luego sea diferente lo pasarán por alto. Ya sea para bien o para mal. Incluso
si intentan dañar la reputación de la marca, como paso con The Body Shop, que
fue acusado de hacer prácticas con animales. Si tu marca corporativa está
fuertemente asentada en la mente del consumidor no te sentirás inerme ante este
tipo de acusaciones y para nada la perjudicará. En The Body Shop cuando se
enfrentaron a la prensa aludieron a su marca corporativa, que era conocida
entre los consumidores por la no experimentación con animales, así fue como
esta imagen de marca no pudo ser dañada.
Debido a
que la marca corporativa es algo intangible, es difícil una medición
cualitativa de la forma o medida en que la empresa está involucrada en los
distintos factores que la va a diferenciar del resto y posicionar en el mercado,
pero esto no quiere decir que no se pueda medir dicho valor de marca. Los
indicadores que miden este valor se pueden interpretar financieramente, con lo
cual nuestra imagen de marca tendrá un mayor valor para los accionistas y entre
otra cosas, además podremos conocer a nivel organizacional si las estrategias
de marca (en el caso de tener el producto asociado a una marca) están
funcionando o no.
Algunos aspectos que van a determinar en gran
medida este “sello de calidad” de nuestra marca serán el segmento de
mercado al que nos dirijamos, el precio de venta o el cómo lo vayamos a vender.
Un factor cada día más valorado a la hora de vender nuestra marca corporativa
es la responsabilidad corporativa, que cada vez va siendo más importante para
la reputación de una empresa y define en gran medida nuestro compromiso con el
resto del mundo, dando a ver nuestro grado de altruismo e implicación en el
mejoramiento social, nuestra cultura empresarial, nuestro grado de
responsabilidad ambiental…
En
consecuencia el propósito u objetivo fundamental de un buen posicionamiento de
marca será aumentar el valor subjetivo de nuestro producto y conseguir una
estabilidad en el mercado, estabilidad que se conseguirá con un buen
posicionamiento de la marca corporativa.
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