¿Qué es el sistema 1 y el sistema 2?
Continuamente en nuestro cerebro se desarrollan múltiples cálculos. El sistema 1 es el encargado de las evaluaciones de estos cálculos. Dentro de las funciones que se encarga de evaluar el Sistema 1, una de ellas es valorar si el
Sistema 2 exige un esfuerzo extra.
Además el Sistema 1 cuenta con una serie de indicadores, uno de los cuales es la facilidad cognitiva. La facilidad cognitiva está conectada a una red de causas
y consecuencias que dictaminarán la consecuente toma de decisiones.
¿Cómo nos afectan?
Digamos que la experiencia de familiaridad tiene la
cualidad simple, pero poderosa, de ser “algo pasado” que parece indicar que es un
reflejo directo de una experiencia anterior. Así como una exposición clara. También está demostrado que la gente lee lo que quiere leer. Por lo tanto es más fácil que leas
algo que está en acuerdo con lo que tú piensas para darte la razón a ti mismo a
que leas o creas algo que leíste que va en contra de esa idea que tu tenías.
En el caso del buen humor, no solo nos encontraremos
en un estado de facilidad cognitiva sino que nos guste más lo que vemos, que
creamos lo que oímos, confiemos en nuestras intuiciones y sintamos que la situación
actual es cómoda y familiar.
Un ejemplo claro de experiencia repetida que habréis
escuchado una gran cantidad de veces es que una mentira dicha mil veces es una
verdad. Y es que una manera de que la gente se crea falsedades es la repetición
frecuente, porque la familiaridad no es fácilmente distinguible de la verdad.
¿Entonces, como puedo utilizar esto para persuadir?
Suponga el lector que quiere escribir un mensaje que
sus receptores puedan creer. Por supuesto, su mensaje será verdadero, pero esto
no es siempre suficiente para que la gente crea que es verdadero. Es
perfectamente legítimo que busque la facilidad cognitiva y la utilice en su
beneficio. Los estudios sobre las ilusiones de verdad te proporcionan
sugerencias específicas que pueden ayudarte a lograr este objetivo.
El principio general es que cualquier cosa que pueda
hacer para reducir la tensión cognitiva lo ayudará. Así, lo primero sería
maximizar la legibilidad.
Los
experimentos han demostrado que cuanto más legible más probable que sea creída. Otro
consejo: si su mensaje va a imprimirse, utilice papel de buena calidad para maximizar
el contraste entre caracteres y el fondo. Si usa colores, es más probable que
le crean si su texto aparece impreso en azul celeste o en rojo que en tonos
medios de verde, amarillo o azul pálido.
Si le preocupa que el mensaje parezca creíble e
inteligente, no utilice un lenguaje
complicado cuando bastaría un lenguaje sencillo y además procure que sea un
mensaje que se pueda recordar. Ponga sus ideas en verso, si puede; será más
probable que se consideren verdaderas. Los participantes en un experimento muy
citado leyeron decenas de aforismos poco familiares, tales como:
- Pequeños golpes derriban grandes robles
- Una falta confesada esta media reparada
Otros estudiantes leyeron alguno de los mismos
proverbios transformados en versiones no rimadas:
Se atribuyó a estos aforismos más agudeza cuando venían
rimados que cuando no lo estaban.
Finalmente, si cita una fuente, elija una con un
nombre que sea fácil de pronunciar. En un experimento se pidió a los
participantes que valoraran las posibilidades que ofrecían dos agencias turcas
de Bolsa. Uno de las agencias tenía un nombre fácil de pronunciar y la otra no.
Los informes estaban en desacuerdo y en todos los casos dieron más valor al
informe de la agencia de nombre fácil de pronunciar. Esto se produce porque el esfuerzo mental causa aversión. Los
receptores de su mensaje preferirán estar a ser posible lejos de todo lo que
les sugiera esfuerzo, incluida una fuente de nombre complicado.
En conclusión:
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